TALLER DE COMUNICABILIDAD
CICLO 6B
DOCENTE: ERIKA PAOLA GARCIA.
EL CATACLISMO DE DAMOCLES
Gabriel García Márquez
Un minuto después de la última explosión más de la mitad de los seres humanos habrá muerto, el polvo y el humo de los continentes en llamas derrotaran la luz solar, y las tinieblas absolutas volverán a reinar el mundo. Un universo de lluvias anaranjadas y huracanes helados invertirán el tiempo de los océanos y volverá el curso de los ríos, cuyos peces habrán muerto de sed en las aguas ardientes, y cuyos pájaros no encontraran el cielo. Las nieves perpetuas cubrirán el desierto del Sahara, la vasta Amazonia desaparecerá en la faz del planeta destruida por el granizo, y la era del rock y de los corazones trasplantados estará de regreso a su infancia glacial. Los pocos seres humanos que sobrevivan al primer espanto, y los que hubieran tenido el privilegio de un refugio seguro a las tres de la tarde del lunes aciago de la hecatombe, solo habrán salvado la vida para morir después del horror de sus recuerdos. La creación habrá terminado. En el caos final de la enfermedad y las noches eternas, el único vestigio de lo que fue la vida serán las cucarachas.
Señores Presidentes, amigas, amigos:
Esto no es un mal plagio del delirio de Juan en su destierro, sino la vida anticipada de un desastre cósmico que puede suceder en este mismo instante: explosión dirigida o accidental de solo una parte mínima del arsenal nuclear que duerme con un ojo en vela con el otro en las santabárbaras de las de las grandes creencias.
Hoy es 6 de agosto de 1986, existen en el mundo más de 50000 bombas nucleares emplazadas, en términos caseros esto quiere decir que cada ser humano, sin excluir a los niños, está sentado en un barril con más de cuatro toneladas de dinamita, cuya explosión total puede eliminar doce veces todo rastro de vida en la tierra. La potencia de aniquilación de esta amenaza colosal, que pende sobre nuestras cabezas como un cataclismo de Damocles, plantea la posibilidad teórica de inutilizar cuatro planetas más que los que giran alrededor del sol y de influir en el equilibrio del sistema solar. ninguna ciencia, ningún arte, ninguna industria se ha doblado así misma tantas veces como la industria nuclear desde su origen, hace 41 años, ninguna otra creación del ingenio humano ha tenido nunca tanto poder determinación sobre del destino del mundo.
El único consuelo de estas simplificaciones terroríficas, si de algo nos sirve, es comprobar que la preservación de la vida humana en la tierra sigue siendo todavía más barata que la peste nuclear. Pues con el solo hecho de existir, el tremendo terremoto yacente en los guardaneses de muerte de los países más ricos está malbaratando las posibilidades de una vida mejor para todos.
En la asistencia infantil por ejemplo esto es una verdad aritmética primaria. La UNICEF cálculo de 1981 un programa para resolver los problemas esenciales de los quinientos millones de niños más pobres del mundo, incluidas las madres. Comprendía la asistencia sanitaria de base, la educación elemental, la mejora de las condiciones higiénicas, del abastecimiento de agua potable y de la alimentación. Todo esto parecía un sueño imposible de cien mil millones de dólares. Sin embargo, ese es apenas el costo de cien bombarderos estratégicos B-18 y de menos de siete mil cohetes crucero en cuya producción ha de intervenir el gobierno de los Estados Unidos US$1.200.00
En la Salud, por ejemplo: con el costo de la mitad de los submarinos nucleares Nimitz, de los 15 que va a fabricar Estados Unidos, o con mucho menos de lo que han costado los 64 submarinos soviéticos con armamento nuclear, podría realizarse un programa preventivo que protegiera en ese mismo tiempo a más de mil millones de personas contra el paludismo, y evitara la muerte solo en África de más de catorce millones de niños.
Con respecto a la alimentación, por ejemplo: el año pasado había en el mundo, según cálculos de la FAO, unos quinientos setenta y cinco millones de personas con hambre. Su promedio calórico indispensable habría costado menos que ciento cuarenta y nueve cohetes MX, de los doscientos veintitrés que serán emplazados en Europa Occidental. Con veintisiete de ellos podrían comprarse los equipos agrícolas necesarios para que los países pobres adquieran la suficiencia alimentaria en los próximos cuatro años. Ese programa, por otra parte, no alcanzara a costar ni un séptimo del presupuesto militar soviético en 1982.
En la educación, por ejemplo: con solo dos submarinos atómicos Tridente, de los veinticinco que planea fabricar el gobierno actual de los Estados Unidos, o con su equivalente en los submarinos Typhoon que está construyendo la Unión soviética, podría intentarse podría intentarse por fin la fantasía de la alfabetización mundial , por otra parte, la construcción de escuelas y la calificación de los maestros que harán falta al tercer mundo para atender las nuevas demandas de educación en los diez años por venir, podrían pagarse con el costo de doscientos cuarenta y cinco cohetes Tridente 2 y aun quedaría sobrando cuatrocientos diecinueve cohetes para el mismo incremento de la educación en los quince años siguientes.
Puede decirse, por último, que la resolución de la deuda externa de todo el tercer mundo, y su recuperación económica durante diez años, costaría poco más de la tercera parte de los gastos militares del mundo en ese mismo tiempo. Con todo, frente a ese despilfarro económico descomunal, es todavía más inquietante y doloroso el despilfarro humano: la industria de la guerra mantiene en cautiverio al más grande contingente de sabios jamás reunidos para empresa alguna en la historia de la humanidad. Gente nuestra, cuyo sitio natural no es allá sino aquí, en esta mesa, y cuya liberación para las ciencias de la vida debe ser primordial en la búsqueda de la paz.
A pesar de las certidumbres dramáticas, la carrera de las armas no se concede un instante de tregua. Ahora, mientras almorzamos se construyó una nueva oiiva nuclear. Mañana, cuando despertemos, habrá nueve más en los guardaneses de muerte del hemisferio de los ricos. Co lo que costara una sola alcanzaría aunque solo fuera por un domingo de otoño para perfumar de sándalo las cataratas del Niagara.
Un gran novelista de nuestro tiempo se preguntó alguna vez si la tierra no será el infierno de otros planetas, tal vez sea mucho menos: una aldea sin memoria, olvidada de la clemencia de sus dioses en el último suburbio de la gran patria universal. Pero la sospecha creciente de que es el único sitio del sistema solar donde se ha dado la prodigiosa aventura de la vida, nos arrastra sin piedad a una conclusión descorazonadora: la carrera de las armas va en sentido contrario de la inteligencia.
Y no solo de la inteligencia humana, sino de la inteligencia misma de la naturaleza, cuya finalidad escapa inclusive a la clarividencia de la poesía. Desde la aparición de la vida visible en la tierra debieron pasar trescientos ochenta millones para que una mariposa aprendiera a volar, otros ciento ochenta millones de años para fabricar una rosa sin más ínfulas que la de seres humanos, a diferencia del bisabuelo Pitecántropo, fueran capaces de cantar mejor que los pájaros y morirse de amor. No es nada honroso para el talento humano, en la edad de oro de la ciencia, haber concebido el modo de que un proceso multimillonario tan dispendioso y colosal, pueda regresar a al nada de donde vino por el arte simple de oprimir u n botón.
Para tratar de impedir que eso ocurra estamos aquí, sumando nuestras voces a las innumerables que claman por un mundo sin armas y una paz con justicia. Pero aun si ocurre- y más aún si ocurre- no será del todo inútil que estemos aquí. Dentro de millones de milenios después de la explosión, una salamandra triunfal que habrá vuelto a recorrer la escala completa de las especies. Será quizás coronada como la mujer más hermosa de la nueva creación. De nosotros depende, hombres y mujeres de ciencia, hombres y mujeres de la inteligencia y la paz, de todos nosotros depende que los invitados a esa coronación no vayan a su fiesta con nuestros mismos terrores de hoy. Con toda modestia, pero con toda determinación del espíritu, hagamos ahora y aquí el compromiso de concebir y fabricar un arca de la memoria, capaz de sobrevivir al diluvio nuclear. Una botella de náufragos siderales arrojada a los océanos del tiempo, para que la nueva humanidad de entonces sepa por nosotros lo que han de contarle la cucaracha: que aquí existió la vida, que en ella prevaleció el sufrimiento y predomino la injusticia, pero que también conocimos el amor y hasta fuimos capaces de imaginarnos la felicidad. Y que sepa y haga saber para todos los tiempos quienes fueron los culpables de nuestro desastre, y cuan sordos se hicieron a nuestros clamores de paz para que esta fura la mejor de las vidas posibles, y que con nuestros inventos tan barbaros y por qué intereses tan mezquinos la borraron del universo.
TALLER
- Después de leer ¨ El cataclismo de Damocles¨, realice el resumen.
- Construya la estructura argumentativa del discurso de García Márquez.
- ¿Qué defiende el autor?, es decir. ¿Dónde está el planteamiento?
- El autor inicia su discurso con una narración. ¿se puede considerar un argumento? ¿de qué clase?
- Clasifique los argumentos que utiliza el autor para defender se tesis o planteamiento
- ¿Cuáles argumentos son a favor y cuales en contra de la tesis?
- Analice los aparatos narrativos y enunciativos del texto.
- Redacte un artículo donde se vea con claridad la superestructura argumentativa, siga la secuencia: oración directriz, párrafo, superestructura y microestructura global.
- ¿Cómo se define la argumentación?
- Cuales son la principales teorías de la argumentación? Explíquelas brevemente
- ¿Cuáles son Las diferencias entre lógica formal y retorica?
- Cuáles son las principales reglas para la composición de argumentos?
- Qué utilidad tiene la argumentación en la vida actual?